LOCAL
Exigen detener pedrera en sierra
Daniel Reyes
(19 octubre 2015) .-00:00 hrs
La Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos urgió ayer a detener la aprobación de una pedrera en esta reserva ecológica, dentro del municipio de Higueras.
Violeta Montemayor, presidenta de la agrupación civil, expuso el temor de que el cierre de las Administraciones estatal y municipal faciliten la autorización para que la empresa Matrimar, que ya opera una pedrera en Cerralvo, ahora lo haga en otro punto de la sierra.
Detalló que pese a la cerrazón de las autoridades se enteraron que hace cerca de dos años la Semarnat autorizó un cambio de uso de suelo que permite actividades industriales en un espacio de esta área natural protegida.
Aunque desconocen el estatus de los trámites ante la Secretaría de Desarrollo Sustentable o el municipio, temen que puedan salir las autorizaciones en los últimos días de las actuales gestiones.
"Estamos en alerta porque sabemos que con el cambio de Administraciones se aprovechan para en la parte final hablar y dar sobornos no sé qué tipo de cosas estén pensando hacer", dijo Montemayor.
"Nos hemos topado con muchos problemas para enterarnos qué está pasando o en qué condiciones se pretende autorizar esa pedrera. Nos enteramos del nombre de la empresa por los camiones que han estado haciendo movimientos".
La asociación se creó hace cuatro años ante los primeros indicios de la posible instalación de la empresa.
Montemayor aseguró que la operación de una pedrera en el lugar generaría un impacto irreversible al medio ambiente y al ecosistema de la sierra, e incluso afectaría a los habitantes de la cabecera municipal, que se encuentra a unos 7 kilómetros.
"Hemos investigado y el polvo que genera una pedrera llega a 10 kilómetros a la redonda", indicó.
"Y en cuanto a la flora y fauna, hay mil especies que se perderían.
Se perdería una área natural única y la posibilidad de detonar el ecoturismo en algunos cañones que hoy son visitados en la Sierra de Picachos".
Violeta Montemayor, presidenta de la agrupación civil, expuso el temor de que el cierre de las Administraciones estatal y municipal faciliten la autorización para que la empresa Matrimar, que ya opera una pedrera en Cerralvo, ahora lo haga en otro punto de la sierra.
Detalló que pese a la cerrazón de las autoridades se enteraron que hace cerca de dos años la Semarnat autorizó un cambio de uso de suelo que permite actividades industriales en un espacio de esta área natural protegida.
Aunque desconocen el estatus de los trámites ante la Secretaría de Desarrollo Sustentable o el municipio, temen que puedan salir las autorizaciones en los últimos días de las actuales gestiones.
"Estamos en alerta porque sabemos que con el cambio de Administraciones se aprovechan para en la parte final hablar y dar sobornos no sé qué tipo de cosas estén pensando hacer", dijo Montemayor.
"Nos hemos topado con muchos problemas para enterarnos qué está pasando o en qué condiciones se pretende autorizar esa pedrera. Nos enteramos del nombre de la empresa por los camiones que han estado haciendo movimientos".
La asociación se creó hace cuatro años ante los primeros indicios de la posible instalación de la empresa.
Montemayor aseguró que la operación de una pedrera en el lugar generaría un impacto irreversible al medio ambiente y al ecosistema de la sierra, e incluso afectaría a los habitantes de la cabecera municipal, que se encuentra a unos 7 kilómetros.
"Hemos investigado y el polvo que genera una pedrera llega a 10 kilómetros a la redonda", indicó.
"Y en cuanto a la flora y fauna, hay mil especies que se perderían.
Se perdería una área natural única y la posibilidad de detonar el ecoturismo en algunos cañones que hoy son visitados en la Sierra de Picachos".