VIDA

Triunfan a cuatro manos

Luis López

Monterrey, México (08 febrero 2015) .-00:00 hrs

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
La lógica llevaría a pensar que es más fácil tocar piano entre dos personas que individualmente, pues hay más manos para cubrir el teclado.

La realidad es distinta, pues dos cerebros deben coordinarse en un mismo instrumento.

Marien Femerling, de 10 años, y Éric Valdés, de 12, quienes el sábado 31 de enero obtuvieron el primer lugar en la categoría Junior de la Forte International Music Competition en Carnegie Hall, suman con este triunfo un logro más en su emergente carrera musical.

Los pequeños, alumnos de la profesora Antonina Dragan, de la Facultad de Música de la UANL, también triunfaron en el 2014 en el Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Parnassós y el Concurso Internacional Infantil y Juvenil de Villahermosa.

El dúo comenzó a tocar hace cerca de un año y medio, en preparación para Parnassós, comparte Éric. Y aunque al principio batallaron para coordinarse, dice, ahora funcionan casi como un solo músico.

"La primera vez que nos vimos tocamos todos descuadrados, pero ya después nos empezamos a acostumbrar; entonces cada que tocábamos más piezas ya sabíamos qué teníamos que hacer", explica el pequeño de Saltillo, quien vive en Monterrey desde hace un año y medio.

Los jóvenes, quienes ensayan juntos de una a dos horas por semana, dependiendo de la cercanía del próximo concurso o presentación,  han aprendido el estilo de tocar de cada uno, señala Marien.

Al no tener control sobre todo el instrumento, es más difícil tocar piano en ensamble, explica la regiomontana, quien en diciembre obtuvo el tercer lugar del concurso de piano American Protegé, también en Carnegie Hall.

"Hay más riesgo de equivocarse con cuatro manos que con dos", indica.

Además de presentar con Éric la "Danza noruega", de Grieg, Marien también compitió individualmente en la misma categoría en el reciente certamen de Carnegie Hall con la pieza "Doctor Gradus ad Parnassum", de Débussy.

"Todos eran muy buenos, todos merecían ganar, pero nos lo llevamos nosotros, fue muy emocionante", expresa Éric.

En cuanto al futuro, el ensamble, señala Marien, sólo espera continuar en concursos más retadores.