VIDA

Es Edmarcito un ejemplo de lucha

Imelda Robles

Monterrey, México (31 mayo 2015) .-00:00 hrs

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Para Edmarcito no existe la discapacidad, jamás ha preguntado por qué es físicamente diferente a otros niños y siempre pide jugar futbol y bailar.

"Para él es un niño como todos y como sus compañeritos ya saben que camina así, no hay ese complejo", platica Alejandra Reyes Guerrero, abuelita paterna de Edmarcito, desde la Ciudad de México.

"Una vez me dijo: 'abuelita, ¿me das esto?', y le digo 'no, no te lo puedo dar'. Y me contesta: 'cuando yo camine, yo solito voy a ir'".

Edmar González, a quien de cariño llaman Edmarcito, tiene 5 años y nació con osteogénesis imperfecta, enfermedad conocida como "huesos de cristal", un desorden genético que provoca que los huesos sean muy frágiles y quebradizos.

Su familia abrió el año pasado la página de Facebook "Yo soy Edmarcito" para difundir el padecimiento.

Hasta el martes pasado el portal tenía alrededor de 400 "me gusta", pero todo cambió cuando publicaron un video donde el niño baila el jarabe tapatío en el suelo con sus compañeros del Cendi "Rosa Villanueva".

Anoche la grabación llevaba casi 2 millones de reproducciones, había sido compartida más de 55 mil veces y tenía miles de comentarios de usuarios impactados por el entusiasmo y la fortaleza del pequeño.

Alejandra, de 52 años, cuenta que desde el nacimiento de Edmarcito sus papás no se hicieron cargo al 100 por ciento, por eso decidió salirse de su trabajo para luchar por él.

Desde hace tres años el pequeño vive con ella y su pareja, José Luis Gutiérrez, de 66 años y empleado de Gobierno. Para sustentar los gastos venden galletas y Alejandra realiza rifas.

Cada miércoles, Edmarcito acude a terapia a Angelitos de Cristal, Fundación Mexicana para la Atención de Personas con Osteogénesis Imperfecta. Lleva 50 fracturas, cuatro cirugías y próximamente tendrá una quinta operación de ambas tibias con la que quizá ya pueda caminar.

"Él es el que no me deja cruzarme de brazos para ver si del cielo me cae la terapia o me cae otra cosa. Yo lo veo con tanta fortaleza que él es quien no nos deja que nos detengamos", afirma Alejandra.