OPINIÓN

#AlfaroPresidente

TRANSVERSAL / David Gómez-Álvarez EN EL NORTE

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
El que es mandado no es culpado. Los policías ministeriales actuaron por órdenes. Las detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas no fueron un exceso de unos cuantos, sino un operativo que tiene solo dos explicaciones: las instrucciones de levantar a los jóvenes provinieron de adentro o de fuera. Si fue ordenado por el fiscal general del estado debe ser cesado. Si el fiscal nada tuvo que ver con el operativo, entonces debe renunciar para no obstruir una investigación a fondo de los hechos. En cualquier caso el fiscal es insostenible, pero en este momento el gobernador no lo puede sacrificar porque no cuenta con un relevo. Sin embargo, es cuestión de tiempo para que tenga que nombrar un nuevo fiscal o, si decide mantenerlo, asumir el costo político que marcaría irremediablemente su sexenio. Sería un error sacrificar su futuro político por sostener un lastre.