CULTURA
Dan paseo por la arquitectura del exilio
Oscar Cid de León
Cd. de México (14 mayo 2014) .-20:41 hrs
En el 75 aniversario del arribo a México del buque Sinaia, que traería consigo a los primeros refugiados tras el estallido de la Guerra Civil Española, el Museo Nacional de Arquitectura voltea a mirar a los de su gremio dentro de esa gran diáspora.
Lo hace a partir de la muestra Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana, que, bajo la curaduría de Juan Ignacio del Cueto, se inauguró esta noche en el recinto, ubicado en el cuarto nivel del Palacio de Bellas Artes.
"El exilio español en México fue muy variado, reflejo de la propia sociedad de la que provenía. En él destacaron intelectuales y artistas, ingenieros y arquitectos, y un futuro congreso internacional, amén de científicos. Fue un exilio cultural en su sentido más amplio", recordó durante la inauguración el Embajador de España, Luis Fernández-Cid de las Alas.
Pero es el gremio arquitectónico el protagonista, cuyo legado se presenta como un recorrido documental por cuatros generaciones de proyectistas, desde los que ya eran una serie de connotados cuando llegaron al País hasta los que entonces eran unos niños, formados por completo en su nueva patria.
Figura en la curaduría obra de profesionales como Francisco Azorín, Bernardo Giner de los Ríos, Tomás Bilbao, Roberto Fernández Balbuena, José Caridad, Arturo Sáenz de la Calzada, Óscar Coll o Félix Candela, o los que se profesionalizaron en México, como Antonio Peyri, Josefa Ruiz, José Luis Benlliure o Ramón Mikelajáuregui.
José Ignacio del Cueto, el curador, recordó que detrás de la exposición hay una amplia investigación que reconoce sus aportaciones a la cultura arquitectónica nacional.
"La idea es dar un panorama general de la huella que dejó este exilio en el campo de la arquitectura", precisó.
La muestra, que incluso abre un espacio de exhibición a los ingenieros, entre ellos Óscar de Buen y Félix Colinas, se integra por material documental colocado en mamparas y algunas maquetas, tanto de arquitectura civil como religiosa.
Lo hace a partir de la muestra Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana, que, bajo la curaduría de Juan Ignacio del Cueto, se inauguró esta noche en el recinto, ubicado en el cuarto nivel del Palacio de Bellas Artes.
"El exilio español en México fue muy variado, reflejo de la propia sociedad de la que provenía. En él destacaron intelectuales y artistas, ingenieros y arquitectos, y un futuro congreso internacional, amén de científicos. Fue un exilio cultural en su sentido más amplio", recordó durante la inauguración el Embajador de España, Luis Fernández-Cid de las Alas.
Pero es el gremio arquitectónico el protagonista, cuyo legado se presenta como un recorrido documental por cuatros generaciones de proyectistas, desde los que ya eran una serie de connotados cuando llegaron al País hasta los que entonces eran unos niños, formados por completo en su nueva patria.
Figura en la curaduría obra de profesionales como Francisco Azorín, Bernardo Giner de los Ríos, Tomás Bilbao, Roberto Fernández Balbuena, José Caridad, Arturo Sáenz de la Calzada, Óscar Coll o Félix Candela, o los que se profesionalizaron en México, como Antonio Peyri, Josefa Ruiz, José Luis Benlliure o Ramón Mikelajáuregui.
José Ignacio del Cueto, el curador, recordó que detrás de la exposición hay una amplia investigación que reconoce sus aportaciones a la cultura arquitectónica nacional.
"La idea es dar un panorama general de la huella que dejó este exilio en el campo de la arquitectura", precisó.
La muestra, que incluso abre un espacio de exhibición a los ingenieros, entre ellos Óscar de Buen y Félix Colinas, se integra por material documental colocado en mamparas y algunas maquetas, tanto de arquitectura civil como religiosa.
