OPINIÓN

El costo de prometer mucho

Jorge Ramos Ávalos EN EL NORTE

4 MIN 00 SEG

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Estamos tan acostumbrados a escuchar a políticos prometer mil cosas y luego no cumplir, que ya es normal suponer que lo hacen por costumbre, por malicia y porque saben que, a la larga, pocos se acordarán de lo que prometieron. O que culparán a la oposición por obstaculizar sus buenas intenciones. El argumento va, más o menos, así: yo traté de cumplir pero no me dejaron.