OPINIÓN

El gran mentiroso

Guadalupe Loaeza EN EL NORTE

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Una de las obsesiones de Federico Fellini eran las mujeres; mujeres de todo tipo: obesas, flacas, monstruosas, bigotudas, narigonas, enanas, jorobadas, prostitutas, sofisticadas, andróginas, horrendas y las bellísimas, como Anita Ekberg, su heroína en la película "La dolce vita".