En este país kafkiano, en el que el VECINO es quien muerde al PERRO, todo es posible: por ejemplo, que le llamen "injerencistas" a los observadores de la OEA por opinar que la reciente elección fue un chiquero, pero al mismo tiempo opinar -juzgando asuntos internos de otro país- sobre la aplicación de la ley y condenar las redadas de ICE para deportar ilegales dentro de Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles.