OPINIÓN

La Inflación en Tiempo de Coronavirus II

COLABORADOR INVITADO / Jonathan Heath EN EL NORTE

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La inflación de marzo sorprendió a la baja al registrar 3.25 por ciento, resultado principalmente de una disminución significativa en los precios de las gasolinas. Para abril anticipamos otra baja importante, pero ahora no solo en los precios de los energéticos, sino también en los precios del componente subyacente. Si bien, puede ser que permanezca relativamente elevada la inflación de las mercancías alimenticias, deberíamos observar una disminución significativa en la inflación de los bienes no alimenticios y en los servicios. Esto será fundamental, ya que estos precios no han cedido a lo largo de los últimos dos años. Desde meses atrás, se ha visto a este mes como el punto de quiebre en los precios subyacentes por efectos de base de comparación y ciertos efectos estacionales. Ahora con la economía en un coma inducido por el cierre de emergencia, es altamente probable que veamos acentuada esta disminución ante las disrupciones en la oferta y la demanda agregada. En otras palabras, algunos precios aumentarán ante las caídas en la oferta y aumentos en la demanda de productos esenciales, lo que se verá más que compensado con menores precios en un gran número de productos y servicios prácticamente sin demanda.