No hay una sola fórmula para innovar, e introducir una innovación no garantiza que siempre se logre el éxito. Sin embargo, tampoco se necesitan capacidades especiales ni acontecimientos extraordinarios para ser un gran innovador: tener hábitos que fomenten la creatividad, no ser conformista, estar atento a las oportunidades y atreverse a correr riesgos son requisitos mínimos para lograrlo.