Era un buen hombre el virrey de la Nueva España, don Juan Ruiz de Apodaca, pese a cargar el risible título de Conde del Venadito. Cuando el 9 de noviembre de 1820 entregó a Iturbide su nombramiento de "comandante general del Sur y rumbo de Acapulco" lo primero que hizo fue recomendarle con vivas instancias que no hiciera efusión de sangre, que más bien procurara atraerse por la buena a los jefes insurgentes, sobre todo al obstinado Vicente Guerrero y al no menos tozudo indio tlahuica Pedro Ascencio Alquisiras. Temía el virrey que Iturbide cometiera en el sur las mismas crueldades y extremos de rigor que le habían dado triste fama en el Bajío.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.