Libertad: entre poder y redes
Isabel Turrent EN EL NORTE
4 MIN 00 SEG
04 mayo 2025
El fin de la historia, calificó alguna vez Francis Fukuyama a lo que parecía ser el triunfo definitivo de la democracia liberal a fines del siglo 20. Su optimismo estaba bien fundado. Las democracias liberales, con su fe en la ciencia y la razón, en la defensa de la ley y los derechos humanos, y un sistema político de contrapesos institucionales que permitía la alternancia en el poder, habían generado un progreso económico y una estabilidad política sin precedentes. Uno tras otro, los países que habían languidecido bajo el yugo del imperialismo, en todas sus formas, optaron por la democracia en la segunda mitad del siglo 20. Parecía, en efecto, que a pesar de los problemas que arrastraba la democracia -un sistema frágil, que dependía del consenso alrededor de un pacto social que cualquiera podía romper- la humanidad había construido un sistema alérgico a dictadores, que garantizaba el progreso y las libertades.

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Estudió Historia del Arte en la UIA y Relaciones Internacionales y Ciencia Política en El Colegio de México y la Universidad de Oxford, Inglaterra. Ha publicado cinco libros sobre asuntos internacionales, y en el 2006, La aguja de luz, una novela histórica sobre Mallorca. Es colaboradora de Letras Libres y editorialista de Reforma desde su fundación. Ha impartido cátedra en las principales universidades del país sobre temas internacionales.