El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó al Kennedy Center a las 12:30 horas, tiempo de Washington, para presidir el sorteo de la Copa Mundial de Futbol 2026.
Ahí se presentó ante los medios en una alfombra roja y posó junto con el
presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con quien mantiene una
estrecha relación.
Trump aprovechó para presumir la renovación del Kennedy Center, la institución artística en Washington cuya dirección fue destituida a principios de este año y reemplazada por leales a él. El Presidente ha llamado en broma al lugar el "Trump-Kennedy Center".
El Mandatario se sentó acompañado de su esposa, Melania.
Ahí se encontró también con el Primer Ministro de Canadá, Mark Carney.
Iniciado el evento, los rostros de los Jefes de Gobierno de los países donde tendrá lugar el Mundial -México, Estados Unidos y Canadá- aparecieron en pantalla.
Su gran momento llegó cuando Infantino anunció que Trump fue galardonado con el Premio de la Paz.
Es la primera vez que la FIFA otorga ese reconocimiento. El Presidente ha hecho campaña abiertamente por el Premio Nobel de la Paz, citando su implicación para poner fin a múltiples conflictos en el extranjero. Sus esfuerzos han tenido resultados dispares. Sin embargo, el Comité noruego del Nobel otorgó este año el Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado.
Después dio inicio el sorteo del Mundial, con los tres jefes de Gobierno presentes en el escenario.
Un momento memorable fue cuando Infantino se tomó una selfie con ellos.
Los jefes de Gobierno después regresaron al palco juntos. Se desconoce de qué hablaron, pero a los tres se les vio cómodos y sonriendo. Si bien, Carney ya se había reunido en ocasiones anteriores tanto con Trump como con Sheinbaum, es la primera vez que conviven los tres y el primer encuentro de la Presidenta mexicana con su homólogo estadounidense.
Otro momento memorable se dio cuando Trump bailó al ritmo de "Y.M.C.A.", interpretada por el popular grupo de música disco Village People, a un lado de Carney y Sheinbaum.
Se trata de una de las canciones favoritas de Trump y que frecuentemente utiliza en sus eventos políticos.
Por la noche, tuvo lugar una cena en la Casa Blanca en donde se presentó el cantante de música clásica Andrea Bocelli.