OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN EL NORTE

03 septiembre 2019

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
¿Quiénes son esos señores de tanta proceridad que reunidos están en el Palacio Municipal de Arteaga? Son la aristocracia de la Villa. Una parte de ella, quiero decir, porque la aristocracia de Arteaga está compuesta por la totalidad de sus habitantes. Aristócratas son todos, en efecto. Sucede que los tlaxcaltecas se establecieron en el poniente del Valle de Saltillo, y así los arteaguenses no reconocen otro origen que el español. Cuando el gobernador don Oscar Flores Tapia hizo el bulevar que se llama de Los Fundadores encargó al talentoso artista César Ledezma que hiciera dos estatuas: la una, representación del conquistador venido de la España; la otra, efigie de nuestros antepasados tlaxcaltecas. En un extremo y otro del dicho bulevar habrían de ser colocados esos monumentos. El del español quedaría en Saltillo; en Arteaga se pondría el del indio. Pues bien: los arteaguenses protestaron con airadas voces. Si en Arteaga jamás vivieron indios no los querían ahora ni en estatua. Hubo de ser cambiado el proyecto original. En Arteaga quedó el español y acá en Saltillo el indio.