OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN EL NORTE

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Tenía 40 años ya, y no se había casado. Se llamaba Dorotea; era de condición modesta, poco agraciada, y además daba a la gente qué decir, pues en su lucha por encontrar marido no dudaba en incurrir en ligerezas. Algún libelista anónimo le hizo este dístico que corrió con fortuna entre los habitantes de Santiago: