OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN EL NORTE

0 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
El siguiente relato lo recogió Ramón Durón, amigo mío tamaulipeco en quien encarnó el espíritu travieso del Filósofo de Güémez. 

Don Enrique Cárdenas González, a la sazón Gobernador de Tamaulipas, fue invitado por el presidente Echeverría a una reunión con su Gabinete. Don Luis acababa de llegar de China, e hizo proyectar una película que mostraba cómo los chinos habían construido en tres meses una gran presa usando la mano de obra de 3 millones de hombres que trabajaron sin usar más herramientas que palas, picos y carretillas. Un ministro, bromista o mal intencionado, se dirigió en voz alta a Cárdenas González: 

-Mira, Enrique: eso que vimos en la película deberías hacerlo tú en Tamaulipas. 

-Lo haré, cabrón -respondió al punto Cárdenas González-. Nomás me mandas, con gastos pagados, los 3 millones de chinos.