
En 30 minutos, las explosiones e incendio por la pirotecnia almacenada en una casa del Fraccionamiento Los Olmos, en Pesquería, causaron daños al patrimonio que por años habían recabado decenas de familias.
De acuerdo con un registro realizado por el Municipio, al menos 51 casas resultaron con daños que van desde la pérdida total hasta afectaciones sólo en ventanas y puertas.
Hasta anoche, 18 familias habían decidido no regresar a sus hogares, ya sea porque están en reparación o sólo para alejarse de la zona donde la noche del viernes se desató un infierno que dejó como saldo tres personas sin vida y al menos 10 heridos.
Ayer, mientras esperaban noticias sobre la evaluación de daños en sus hogares, vecinos del sector relataron cómo, en minutos, perdieron su patrimonio.
Los esposos Enrique Ávila y Mayté Rangel eran vecinos de la casa donde se originó el siniestro, sobre la calle Olmo Siberiano.
Tras haber perdido su hogar, que quedó reducido a escombros, ella recordó que la noche del viernes decidieron parar en un restaurante para cenar, lo que prácticamente les salvó la vida.
"Ya veníamos", relató Rangel, "pero nos regresamos a cenar, y en lo que estábamos cenando revisé las redes sociales y vimos que ya estaban las unidades de emergencia y ya no nos permitieron el acceso", recordó.
"Es un doble sentimiento, ver el patrimonio de tantos años destruido y también el agradecimiento a Dios, principalmente, porque no estábamos ahí, porque otra cosa se estuviera contando de nosotros".

Crédito: Claudio Magallanes

Crédito: Claudio Magallanes

Crédito: Claudio Magallanes

Crédito: Claudio Magallanes

Crédito: Claudio Magallanes
Julio Lara y su esposa Erika Orellán, originarios de Xalapa, Veracruz, viven con sus hijos de 16 y 14 años en una casa cercana al lugar de la explosión.
Ahora, no saben cuándo podrán regresar, pues el domicilio resultó seriamente dañado.
"Mi casa no se derrumbó, pero está muy agrietada", lamentó Orellán, "creo que todo lo de mi comedor, todas las ventanas, todo lo que es de cristal, explotó.
"Estamos nada más a la espera de que nos resuelvan qué es lo que se va a hacer. Varios ya pueden habitarla, otros pues nada más los dejaron sacar sus cosas, y a mí sí me urge más que nada sacar mis papeles, laptops de mis hijos, de la escuela, de mi esposo, del trabajo".
Ambas familias residían desde al menos 15 años en la calle Olmo Siberiano, y recientemente habían terminado de pagar sus propiedades, por lo que ya no contaban con el seguro hipotecario y no saben quién les va a responder.
Anoche, al menos cinco familias decidieron pernoctar en el parque Los Olmos, ya que no querían dejar sus hogares solos, ante el miedo de robos a sus viviendas.
El Municipio de Pesquería puso a disposición un albergue, pero ninguna familia accedió a la ayuda, pues la mayoría decidió irse con familiares.
La Fiscalía General de Justicia inició la investigación e informó que realizaba diversos peritajes, tanto por la explosión como las condiciones de las casas y para identificar a una de las tres víctimas mortales, que se presume es el dueño de la casa donde se almacenaba la pirotecnia, Pedro Oziel Macías Jiménez, de unos 35 años.
La hija de éste, identificada como Ingrid Dannai Macías Ruiz, de 15 años, murió en un hospital, y la tercera víctima es Anastacia Rodríguez de León, de 75, quien estaba de visita en una casa vecina.

Anastacia Rodríguez de León e Ingrid Dannai Macías Ruiz. Crédito: Especial
Tras tragedia, la solidaridad
Una pequeña Capilla de San Juan Diego, en el Fraccionamiento Los Olmos, en Pesquería, es el punto desde donde la solidaridad y empatía se abren paso para superar la trágica explosión que en ese mismo sector dejó a tres personas sin vida y a decenas con daños en sus casas.
Las manos de las voluntarias en el centro religioso no se daban abasto para reunir los donativos que llegaban por parte de los vecinos que tuvieron la suerte de no haber sido alcanzados por el siniestro y que buscan aminorar la angustia de decenas de familias que perdieron gran parte de su patrimonio.
Ubicada a seis cuadras de donde ocurrió la tragedia, la Capilla -una casa con el mismo diseño que las demás, pero adaptada como espacio católico- fue acondicionada por los fieles como un improvisado centro de acopio de ropa, alimentos no perecederos y medicamentos.
Ayer por la mañana, al enterarse que el saldo de la explosión fue de tres personas sin vida, 6 heridas y 51 casas con daños, los colonos no dudaron en colaborar.
"Hay familias que perdieron prácticamente todo", lamentó Diana, una de las encargadas de la Capilla y vecina del sector, "como comunidad es muy importante estar con ellos acompañándolos en estos momentos, nos da grande gozo ver como todos se han unido a esta causa, ha sido mucha ayuda la que hemos estado recibiendo.
"El sentimiento aquí es de gratitud, de esperanza y de fe, lo principal es amar al prójimo y tenderle la mano al más necesitado".
Luz María Martínez, de la Colonia Hacienda El Campanario, en Apodaca, señaló que es en las tragedias cuando más se necesita ayudar, por lo que acudió a dejar su "granito de arena".
"Es en estos momentos cuando más necesitamos apoyarnos entre nosotros", dijo, "la gente está muy necesitada, ocupan de todo y es el momento de unirnos, creo que a través de la ayuda le podemos dar una pequeña alegría a los vecinos que están tristes".
De acuerdo con Protección Civil estatal, la explosión de pirotecnia causó el derrumbe de tres casas y daños estructurales en otra, por lo que las familias de esos hogares lo perdieron todo.
Además, al menos 44 casas resultaron con daños ya sea en muebles, ventanas o puertas, por lo que el Municipio de Pesquería ofreció trasladar a albergues a quien lo requiera y, en coordinación con el Infonavit, cubrir los daños ocasionados por el siniestro.