OPINIÓN

Vi mi reloj y faltaban 15 horas para el draft, pero mi cerebro estaba conectado con ese momento desde muchos días antes, analizando ya desde la pretemporada a cada posible prospecto para mi equipo de Fantasy Football.

Un draft de fantasía se hace realidad

4TA & GOL / Jaime Inchaurrandieta EN EL NORTE

MIN SEG

14 agosto 2015

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
En la madrugada del 28 de agosto de 2014, me encontraba en un salón lleno de expertos que me miraban fijamente, a mi lado un reloj que marcaba 5, 4, 3, 2, 1, y escucho una voz: "Temerario, es tu turno, Jaime, te toca".

Sin pensar dos veces, con total seguridad digo: "Julio Jones, wide reciever de Atlanta".

De inmediato un largo e incómodo silencio.

De pronto, la tensión se rompe.

"¡Jajajajajaja!", ríen todos.

"¿Qué no sabes que Julio se lesionó la semana pasada en un entrenamiento y quedó fuera de la temporada?

"Lo sentimos. Por regla, te quedas con ese jugador y suerte en la siguiente ronda", me dicen.