OPINIÓN

Vacunas: el derecho a saber

Carlos Bravo Regidor EN EL NORTE

4 MIN 30 SEG

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La idea de que los ciudadanos tenemos tal cosa como un "derecho a saber" es una novedad histórica. Durante muchos siglos buena parte tanto de la práctica como de la reflexión política, desde la Grecia clásica hasta el Renacimiento, defendieron la necesidad de la secrecía en los asuntos de Estado. Ni siquiera el surgimiento de los sistemas representativos entre los siglos XVII y XIX, ni tampoco de las democracias de masas a principios del siglo XX, alteró ese consenso. No fue sino hasta terminada la Segunda Guerra Mundial que las organizaciones internacionales y los gobiernos nacionales comenzaron a concebir y legislar el acceso a la información pública como un derecho humano. La democracia, de hecho, fue redefiniéndose más allá del ritual electoral y de la división clásica de poderes, como un modelo político caracterizado por el escrutinio permanente, por la existencia de todo tipo de instancias y órganos de control, de vigilancia, de participación, de auditoría, de impugnación, de denuncia, en fin, como un régimen de monitoreo ("monitory democracy", según la expresión de John Keane) en donde la transparencia y la rendición de cuentas horizontal adquirieron no solo un protagonismo decisivo, sino una legitimidad que nunca antes habían tenido.