Hacer un pitch es más arte que ciencia. Es una presentación adecuada de tu empresa. Se trata de desarrollar la capacidad de dar a conocer lo que ésta hace y los hitos más relevantes de su operación en el menor tiempo posible y de la forma más efectiva. Pero más importante aún, se trata de la oportunidad de enamorar a alguien de la causa. Es decir, la solución concreta a un problema que tu compañía resuelve, así como del equipo que estará detrás de esa misión.