Buena amistad llevaba don Miguel Hidalgo con el señor obispo electo de Michoacán, don Manuel Abad y Queipo. Cuando supo don Manuel que Hidalgo había logrado buenos resultados al cultivar gusanos de seda en su parroquia, le pidió a fines de agosto de 1810 que fuera bien servido de enviarle a Valladolid algunos gusanitos, para poder él también implantar en su diócesis insecto tan útil y valioso. Le contestó Hidalgo en una carta: "Dentro de poco tiempo le mandaré a usted tanta gusanera que no se podrá acabar con ella...".
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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