OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN EL NORTE

0 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Conocemos a don Antonio López de Santa Anna como gallero profesional: hasta los historiadores saben que era gran jugador de los palenques. Noticias tenemos de él también que lo presentan como devoto lector del libro de las 40 hojas, que es la baraja española, con la que jugaba épicas partidas de malilla, brisca, tresillo y, sobre todo, albures napoleónicos en que apostaba muy altas pilas de onzas de oro -ajenas siempre- a una sola carta. No se debe omitir la supereminencia de Santa Anna en otro juego asaz más entretenido y provechoso, que es el del amor: en partidas de amoríos fue también Su Excelencia insigne justador. Baste citar tan sólo el episodio aquel de Texas en el que don Antonio, enamoriscado de los rotundos encantos de una muchacha cuya virginidad era guardada por una fiera, su mamá, logró disfrutar de aquellas voluptuosidades disfrazando a uno de sus soldados de cura casamentero y simulando un matrimonio religioso más falso y mentiroso que su mentido amor.