OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN EL NORTE

0 MIN 30 SEG

23 mayo 2025

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Hace unos días fui a Oaxaca. De allá traje dos cosas. Fue la primera una gran caja llena de prodigios: barro negro, y verde y rojo; tejidos de Santa Ana; una cuchara magnificente labrada en madera por manos indias de Zaachila... Traje también, en otra caja, alimentos para el cuerpo: pan prócer; tasajo que podría alimentar a un regimiento; clayudas portentosas; tamales de insignes tamaleras; chocolate pontifical; moles que dejan en blanco y negro al arco iris; mezcales de Chagoya en pequeñas botellas, mezcal de todas las variedades posibles y de las por haber: minero, de gusano, de pechuga, de poleo, de tejocote, de nuez, de yerbabuena, de almendras, reposado, de zarzamora, de maguey azul... Traje también quesos de Oaxaca, más beneméritos aun que aquel otro benemérito que les platiqué.