OPINIÓN

Universidad y poder

TRANSVERSAL / David Gómez-Álvarez EN EL NORTE

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La relación entre el gobernador Enrique Alfaro y el líder político de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla, ha sido tirante, cuando no adversa. Históricamente la máxima casa de estudios de Jalisco ha sido un poder de contención frente al gobierno del estado. Fuera de ciertos momentos -cuando el Grupo Universidad ha hecho alianza con algún partido político o en el intercambio recíproco de apoyos durante alguna administración- la universidad ha fungido como un contrapeso al poder público del estado. A diferencia de otros estados del país, donde las universidades públicas están capturadas o simplemente no tienen capacidad de oponerse, la Universidad de Guadalajara ha sido un factor de poder en Jalisco.