El 7 de mayo de 1812 el jefe realista Juan Pesquera sorprendió a una pequeña fuerza insurgente que, al mando del padre José Guadalupe Salto, merodeaba por las cercanías de Valladolid. Era el padre Salto un cabecilla sin mucha significación, cuyo nombre ni siquiera era conocido, o lo era poco, en la capital del virreinato. Muertos, heridos, prisioneros o fugitivos sus escasos hombres, el padre Salto huyó por el monte después de su derrota, perseguido por los soldados del virrey. Cuando se refugió en una cueva, llegó el jefe Pesquera y le gritó desde la entrada que arrojara sus armas y saliera para darse preso. El padre Salto respondió con un disparo de su pistola. Al unísono hicieron fuego de fusilería ocho o diez realistas. Se oyó adentro un grito de dolor. El padre Salto había caído, gravemente herido de bala en el estómago.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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