OPINIÓN

(Des)leales y cómplices

TRANSVERSAL / David Gómez-Álvarez EN EL NORTE

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Cuando Hannah Arendt describió a Adolf Eichmann como un burócrata ambicioso se produjo una controversia sobre el significado de lealtad y obediencia que sigue resonando hasta nuestros días. Lo que la autora de Los orígenes del totalitarismo escribió acerca de uno de los responsables del exterminio judío durante el nazismo fue que "no tenía una ideología racional o coherente, sino simplemente la noción de participar en algo histórico, grandioso". Y es que la filósofa judía trató de explicar, sin jamás justificarlo, que Eichmann simplemente obedecía órdenes.