Macedonios y troyanos

Han removido a uno de los mejores integrantes del gabinete estatal. No porque hubiera sobresalido por sus resultados -pírricos, como los de cualquiera de sus colegas de gabinete- sino porque es un funcionario íntegro. Y eso ya es mucho decir. Se podrá señalar a Macedonio Tamez por su impericia para encabezar el gabinete de seguridad. Incluso se le podrá reclamar que no dio los resultados que se esperaban. Pero no se le puede señalar de corrupto ni de coludido con el crimen organizado. Su baja del equipo del gobernador es tan sensible como la de tantos agentes caídos en el cumplimiento del deber. Perdimos a un médico convertido en policía que trató de curar el área más compleja del gobierno de Jalisco: la de seguridad pública.