OPINIÓN

La discriminación aceptable

Carlos Bravo Regidor EN EL NORTE

3 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
En la sociedad mexicana todavía imperan muchos prejuicios y exclusiones, pero aún así la discriminación por religión, condición física o económica, raza, preferencias sexuales o políticas, género o demás motivos se ha vuelto cada vez más injustificable. Quienes siguen ejerciéndola ya no pueden hacerlo descaradamente y sin el temor de pagar al menos algún tipo de costo social. Necesitan disimular, pretender que sus ideas o prácticas discriminatorias (sean clasistas, racistas, misóginas, homofóbicas, transfóbicas, xenofóbicas, etcétera) en realidad no son eso sino otra cosa. Más que argumentos tienen evasivas; subterfugios endebles y desesperados para tratar de excusar lo inexcusable. Es un triunfo de los valores democráticos -de la igualdad, el pluralismo y la inclusión- que sus antagonistas estén tan desprovistos y a la defensiva, que no puedan militar abiertamente en su contra. Salvo cuando se trata de los migrantes.