Le pusieron un sombrero de palma muy corriente y sucio, de pelado, y lo envolvieron en una manta vieja y llena de agujeros, semejante a aquellas con que se cubrían los más bajos individuos de la plebe. Así, vestido ridículamente, don Leonardo Bravo fue llevado a la Ciudad de México, prisionero de Calleja, que lo había sorprendido en la hacienda de San Gabriel poco después de acabado el sitio de Cuautla.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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