La cabeza de don Miguel Hidalgo, lo mismo que las de Allende, Aldama y Jiménez, fue metida en un saco con sal a fin de preservarla. Así como los cadáveres de los cuatro habían sido expuestos a la contemplación del pueblo, acostados en una mesa que se puso al lado de la puerta principal del Hospital Real de Chihuahua, así, por disposición del virrey y de Calleja, las cabezas fueron también mostradas a la curiosidad del vulgo.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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