OPINIÓN

El vía crucis

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN EL NORTE

0 MIN 30 SEG

04 mayo 2025

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
La fragua del tío Diego estaba en el callejón de los Nogales, en Monclova. Ahí, la mañana del 23 de marzo de 1811, fue llevado Hidalgo a que le pusieran fuertes grillos de hierro en los pies, y esposas en las manos. Sentado en una silla esperó a que el herrero dispusiera lo necesario para su trabajo. Llegó en ese momento una ancianita -¡ah, las santas mujeres!-, que se acercó al prisionero y sin decir palabra le ofreció un poco de pan, algunos higos y un vaso de leche. En silencio también comió Hidalgo, que llevaba casi dos días sin probar alimento.