Cuando se trata de leer en el corazón de los humanos todos somos analfabetos. No podemos saber, entonces, por qué don Juan Aldama actuó con tanta flaqueza en su proceso. No fue el único: ya sabemos que Abasolo incurrió en debilidad, y asimismo Hidalgo y Allende se comportaron en forma que ha puesto en apuros a los historiadores oficiales. Cuando los prisioneros insurgentes llegaron a Álamos de Parras, hoy Viseca de Coahuila, tanto Hidalgo como Allende suplicaron a todos que en sus declaraciones no revelaran nada, y que todos se amasen mutuamente, puesto que padecían por la misma causa. Vanas fueron esas exhortaciones. Serían los aprietos en que los pusieron los interrogadores, sería el natural temor de la muerte, el caso es que en sus procesos nuestros héroes mostraron una conducta poco heroica.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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