Fue don José García Rodríguez, amable escritor de cosas de Saltillo, quien nos contó acerca del Tío Baticolas, personaje del Ojo de Agua muy famoso.
Gustaba el Tío Baticolas de empinar el codo más de lo que aguantaba el resto de su cuerpo. Regresando cierta noche de una de sus francachelas, tuvo necesidad de desahogar cierta necesidad menor, para lo cual buscó el arrimo de una pared sumida en discreta oscuridad. Muy cerca estaba una fuente de cuyo grifo salía un chorro cantarino. El rumor de aquellas aguas se le confundió al Tío Baticolas con el ruido de las propias. Durante largo tiempo estuvo quieto, oyendo el murmullo de la fuente, hasta que al fin alzó los ojos al cielo y dijo con gran resignación:
"-Dios mío, si es tu deseo que de mí salga el segundo Diluvio, que se cumpla tu santísima voluntad".
Cuento del viejo Saltillo, con el encanto de nuestras cosas viejas.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.